Mi viaje a cuba fue uno anhelado
y esperado con emoción. Empecé a prepararme varias semanas antes- parte de mi preparación
incluyó tomar vitamina C diariamente. Me sentía lista, emocionada y segura en
que no me enfermaría durante el viaje-estaba sumamente equivocada. Yo, al igual
que muchos o más bien la mayoría de mis compañeros de clase experimentamos
alguna clase de dolencia. Desgraciadamente tuve un resfriado la mayoría del
tiempo ahí.
Fui a cuba sin expectativas
específicas, solo con una mente abierta y dispuesta a aprender. ¡Aprendí mucho!
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De esta manera es como nos recibieron con un
puerco que muy apenas cabía en la mesa por su lentitud |
Creo que uno de mis
lugares favoritos fue la hacienda donde estuvimos. La comida estuvo exquisita
pero más que nada fue la naturaleza que me conmovió. Para mí la naturaleza ha
sido algo muy importante desde la infancia y pude ver que muchos de los
granjeros de ahí también sentían esa conexión. Aprecio casi todo lo que tiene
que ver con la naturaleza, desde los animales (grandes y pequeños) hasta las
plantas y árboles. El camino hacia la haciende fue uno muy agradable porque pasamos
por muchos árboles frutales. La variedad de plantas fue hermosa.
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Árbol de mango que escale (no fue en la hacienda) |
La música es una parte esencial
de la cultura cubana- creo que no conocí a un solo cubano que no sabía bailar.
Pienso que esto es algo muy sano porque tiene una diversidad de beneficios. Yo,
al igual que muchos de mis compañeros observamos que la gente cubana es una muy
feliz, creo que la música es una de las razones de este fenómeno. La música nos
une a todos (aunque no sepamos bailar bien como yo), es algo universal que rompe
las barreras socioeconómicas, socioculturales y otras.
Es diferente saber de una carencia de otros y
pensar que lo entendemos al solo leer o ver a través de una pantalla, pero al ir
a donde están y viven estas personas realmente vemos y sentimos su carencia, el
sentimiento es completamente diferente. Esto me sucedió en Cuba. Personalmente
no sufrí por alguna falta de algo material, extrañe un poco mis ‘comodidades
diarias’ pero no sufrí de ninguna forma. Me asombre al saber que los turistas
tienen prioridad en todo-incluso la comida. El alimento es una cosa que la mayoría
de nosotros damos por hecho, especialmente aquí en Houston y para los cubanos la
comida, y todas sus variedades, son limitadas por el gobierno comunista. Las ‘comodidades
diarias’ para nosotros (no cubanos o cubanos que no residen en cuba) son lujos para
ellos (los cubanos en cuba). Estas incluyen. Tener acceso al internet, que
consigo mismo conlleva tener acceso a noticias mundiales; no digo que no lo hay
pero es muy inaccesible por muchas razones. Tener televisión; también tienen
esto pero es restringido a unos 6 o 7 canales para TODO el país y es escogido
por el gobierno, también hay “paquetes” (pueden ser series o varias películas) de
televisión que son un poco caros para la mayoría de los cubanos y estos
paquetes vienen de otros países como México (que distribuye las telenovelas adictivas).
Y finalmente el aire central, esto no me
afecto mucho porque es muy similar a lo que la mayoría de los mexicanos en México
hacen- prender el ‘clima’ solo por las noches y utilizar abanicos durante el día.
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Parte de los niños
del centro comunitario donde compartimos donaciones
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Una de mis experiencias favoritas fue cuando se
nos descompuso el autobús en el cual viajábamos. El tanque de diésel literalmente
se desprendió y cayó al suelo, obviamente tuvimos que parar nuestro viaje y el
lugar donde estábamos era la mejor parte ¡El autobús se había descompuesto
justamente en un sembradío de caña! Afortunadamente había un granjero
trabajando en el sembradío con un machete largo y delgado, éste nos cortó un
camino dentro del sembradío de cañas para poder hacer nuestras necesidades (ya
nos andaba a todos). También mi compañera de clase Alex me enseñó a tejer con
hojas-fue muy terapéutico. Nuestra corta estancia en el sembradío fue relajante
para nosotros, o al menos para mí, pero no mucho para nuestro conductor y mecánico
Uriel, quien hizo una pasta temporal de una barra de jabón de baño, y nuestros líderes
quien pudieron conseguir un remplazo temporal. Dicen que un viaje inolvidable
no es inolvidable si algo malo no sucede, para mí esto siempre ha sido el caso.
Las experiencias ‘malas’ o inesperadas hacen que una aventura sea aún más
memorable y nos ayude a recordar todo lo bueno que también sucedió.
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Relajándonos en el sembradío |
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Uriel y el granjero trabajando |
Podría seguir escribiendo
sobre las muchas otras experiencias que tuve yo personalmente, y tuvimos como
clase incluyendo: todos los maravillosos niños que conocimos y con quien
convivimos; la playa extraordinaria de Varadero; las nuevas relaciones con
compañeros de clase; dormir muy, muy, tarde; los deliciosos tomates, mangos y
guayabas; la arquitectura española y sus similitudes a la de México; el calor
intenso del ecuador que me hizo quemar por primera vez, etc.
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Los niños que
ayudamos a limpiar la playa
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Playa de Varadero |
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Me queme por primera vez-uy como dolió |
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La mayoría de mi clase |
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Mangos enorme que se vendían de una caretilla |
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Cuevas de Cuba |
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Problemas con sandalias y nuestras ingeniosas
soluciones
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Hubo mucho
variedad de perros
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Noticias estadounidenses llegan a periódicos cubanos
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Casa construida para Fidel Castro que nunca
utilizo el malagradecido |
En conclusión mi viaje a cuba, y todo el tiempo de preparación (físico y económico) valió la pena. Quiero tener la oportunidad de regresar a cuba en unos años con mi familia y ver cómo cambia-espero que sea para lo mejor.
-Jenny Luna
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