Monday, July 4, 2016

¡Mi aventura en Cuba!

Mi viaje a cuba fue uno anhelado y esperado con emoción. Empecé a prepararme varias semanas antes- parte de mi preparación incluyó tomar vitamina C diariamente. Me sentía lista, emocionada y segura en que no me enfermaría durante el viaje-estaba sumamente equivocada. Yo, al igual que muchos o más bien la mayoría de mis compañeros de clase experimentamos alguna clase de dolencia. Desgraciadamente tuve un resfriado la mayoría del tiempo ahí.

 Fui a cuba sin expectativas específicas, solo con una mente abierta y dispuesta a aprender. ¡Aprendí mucho!

De esta manera es como nos recibieron con un puerco que muy apenas cabía en la mesa por su lentitud


Creo que uno de mis lugares favoritos fue la hacienda donde estuvimos. La comida estuvo exquisita pero más que nada fue la naturaleza que me conmovió. Para mí la naturaleza ha sido algo muy importante desde la infancia y pude ver que muchos de los granjeros de ahí también sentían esa conexión. Aprecio casi todo lo que tiene que ver con la naturaleza, desde los animales (grandes y pequeños) hasta las plantas y árboles. El camino hacia la haciende fue uno muy agradable porque pasamos por muchos árboles frutales. La variedad de plantas fue hermosa. 

Árbol de mango que escale (no fue en la hacienda)


La música es una parte esencial de la cultura cubana- creo que no conocí a un solo cubano que no sabía bailar. Pienso que esto es algo muy sano porque tiene una diversidad de beneficios. Yo, al igual que muchos de mis compañeros observamos que la gente cubana es una muy feliz, creo que la música es una de las razones de este fenómeno. La música nos une a todos (aunque no sepamos bailar bien como yo), es algo universal que rompe las barreras socioeconómicas, socioculturales y otras. 

Es diferente saber de una carencia de otros y pensar que lo entendemos al solo leer o ver a través de una pantalla, pero al ir a donde están y viven estas personas realmente vemos y sentimos su carencia, el sentimiento es completamente diferente. Esto me sucedió en Cuba. Personalmente no sufrí por alguna falta de algo material, extrañe un poco mis ‘comodidades diarias’ pero no sufrí de ninguna forma. Me asombre al saber que los turistas tienen prioridad en todo-incluso la comida. El alimento es una cosa que la mayoría de nosotros damos por hecho, especialmente aquí en Houston y para los cubanos la comida, y todas sus variedades, son limitadas por el gobierno comunista. Las ‘comodidades diarias’ para nosotros (no cubanos o cubanos que no residen en cuba) son lujos para ellos (los cubanos en cuba). Estas incluyen. Tener acceso al internet, que consigo mismo conlleva tener acceso a noticias mundiales; no digo que no lo hay pero es muy inaccesible por muchas razones. Tener televisión; también tienen esto pero es restringido a unos 6 o 7 canales para TODO el país y es escogido por el gobierno, también hay “paquetes” (pueden ser series o varias películas) de televisión que son un poco caros para la mayoría de los cubanos y estos paquetes vienen de otros países como México (que distribuye las telenovelas adictivas).  Y finalmente el aire central, esto no me afecto mucho porque es muy similar a lo que la mayoría de los mexicanos en México hacen- prender el ‘clima’ solo por las noches y utilizar abanicos durante el día.  

  Parte de los niños del centro comunitario donde compartimos donaciones


Una de mis experiencias favoritas fue cuando se nos descompuso el autobús en el cual viajábamos. El tanque de diésel literalmente se desprendió y cayó al suelo, obviamente tuvimos que parar nuestro viaje y el lugar donde estábamos era la mejor parte ¡El autobús se había descompuesto justamente en un sembradío de caña! Afortunadamente había un granjero trabajando en el sembradío con un machete largo y delgado, éste nos cortó un camino dentro del sembradío de cañas para poder hacer nuestras necesidades (ya nos andaba a todos). También mi compañera de clase Alex me enseñó a tejer con hojas-fue muy terapéutico. Nuestra corta estancia en el sembradío fue relajante para nosotros, o al menos para mí, pero no mucho para nuestro conductor y mecánico Uriel, quien hizo una pasta temporal de una barra de jabón de baño, y nuestros líderes quien pudieron conseguir un remplazo temporal. Dicen que un viaje inolvidable no es inolvidable si algo malo no sucede, para mí esto siempre ha sido el caso. Las experiencias ‘malas’ o inesperadas hacen que una aventura sea aún más memorable y nos ayude a recordar todo lo bueno que también sucedió. 

Relajándonos en el sembradío 
Uriel y el granjero trabajando 


Podría seguir escribiendo sobre las muchas otras experiencias que tuve yo personalmente, y tuvimos como clase incluyendo: todos los maravillosos niños que conocimos y con quien convivimos; la playa extraordinaria de Varadero; las nuevas relaciones con compañeros de clase; dormir muy, muy, tarde; los deliciosos tomates, mangos y guayabas; la arquitectura española y sus similitudes a la de México; el calor intenso del ecuador que me hizo quemar por primera vez, etc.

Los niños que ayudamos a limpiar la playa
Playa de Varadero
Me queme por primera vez-uy como dolió 
La mayoría de mi clase
Mangos enorme que se vendían de una caretilla
Cuevas de Cuba

Problemas con sandalias y nuestras ingeniosas soluciones
Hubo mucho variedad de perros 
Noticias estadounidenses llegan a periódicos cubanos
Casa construida para Fidel Castro que nunca utilizo el malagradecido 

En conclusión mi viaje a cuba, y todo el tiempo de preparación (físico y económico) valió la pena. Quiero tener la oportunidad de regresar a cuba en unos años con mi familia y ver cómo cambia-espero que sea para lo mejor. 

-Jenny Luna

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